Ya era demasiado tarde,la Bestia,moribunda solo pudo decir:Te quiero,y recuerda que nunca te olvidaré.
Bella rompio a llorar desconsoladamente,por la muerte de su amado.
Al punto recordó que en su alcoba guardaba una pocima magica que le habia dado una encantadora hace muchos años.Rapidamente subio a su alcoba y saco de un cofre un bote con un liquido azul a su interior .Volvio al jardin pero alli no habia nadie ,solo una carta tirada en el suelo que decia:Si quieres volver a ver a tu amado ,tendras que casarte conmigo.Te espero mañana en la catedral cuando salga el sol.
-¡Oh,no!-dijo Bella.-Tendre que ir a la catedral y salvarle de ese horrible hombre.
Bella bajó a las cuadras y aparejó a su yegua Arizona,cogio una espada y fue al temido encuentro.
Llegó a la catedral,a la hora pactada ,pero no habia nadie alli,¿se habria equibocado en la hora?
Bella desilusionada se marchó de nuevo a palacio.Llegaron las nueve,era la hora de cenar,pero el palacio no era lo mismo.
De repente sono un fuerte golpe que provenia de la puerta,y corriendo fue a ver quien era.
-¡Bestia!- gritó contenta.Se acercó a la Bestio y le dijo:-Si,te dare mi mano y siempre estaremos juntos.
Desde ese momento,fueron felices y nunca se separon.
